A unos 40 km al noroeste de El-Kharga, en la base del acantilado norte, se encuentra Ain Umm el-Dabadib, en una remota región del oasis en la antigua ruta de Darb Ain Amur hacia el oasis de Dakhla. Aquí, una pequeña pero impresionante fortaleza, rodeada por un gran asentamiento de población, sigue siendo uno de los sitios más impresionantes en Kharga Norte. El sitio incluye un templo de estilo egipcio, una iglesia cristiana, varios cementerios y un vasto sistema de riego.

El amplio wadi plano en el que se encuentra Ain Umm el-Dabadib fue atravesado por al menos tres antiguos caminos, ramas del Darb Ain Amur. El primer camino venía desde la fortaleza de El-Labekha pasando por el-Dabadib y continuó hacia el oeste hacia Ain Amur y el Oasis de Dakhla, mientras que el segundo cruzó la llanura directamente hacia el Templo de Hibis. Un tercer camino atravesaba el-Dabadib hacia el norte sobre la escarpa, conectando finalmente con una ruta que conectaba el Valle del Nilo con el Oasis de Dakhla. La fortaleza se encuentra en el extremo sur del asentamiento. Se trata de una estructura magnífica, incluso hoy en día, con sus enormes paredes de ladrillo encerrando un área de alrededor de 100 metros cuadrados. El área dentro del recinto está cubierta parcialmente por la arena que la invade pero todavía tiene muchas estructuras visibles.

Cuatro altas torres rectangulares marcaron las esquinas de la fortaleza, haciéndolo arquitectónicamente diferente a cualquier otra fortaleza en Oasis de Kharga (que tenían torres redondeadas), sugiriendo que pudo haber sido una construcción posterior. La más alta de las torres, en la esquina suroeste, todavía contiene restos de la escalera de caracol y se eleva a una altura actual de unos 15 metros. La entrada principal estaba en el lado sur y los edificios más pequeños se apiñaban alrededor de sus paredes del sur y del oeste. El interior de la fortaleza está ahora en ruinas, sus pisos se derrumbaron, pero aun siguen intactas varias cámaras abovedadas a nivel del suelo.

Los restos de una pequeña iglesia cristiana colindan con el lado este de la fortaleza, sus arcos y pilares, olvidados y parcialmente enterrados por la arena hasta 1998, cuando los ladrones locales dañaron las paredes en busca de artefactos de la antiguedad. Aunque el daño (hecho por golpear las paredes con una carretilla elevadora) es extenso, todavía hay restos del yeso rojo original y graffiti y oraciones en griego, copto y árabe.

Existen en el lado este de la fortaleza las ruinas de un asentamiento, pero las principales áreas visibles del mismo comienzan aproximadamente a medio kilómetro hacia el norte, donde cientos de pequeños edificios sirvieron como casas y tiendas. La ciudad fortificada parece consistir en muchas casas lujosas, a veces hasta de tres pisos de altura. Un asentamiento más pequeño y ligeramente anterior estaba más al norte. En la parte noreste del asentamiento fortificado, junto a una fuente o pozo, se encuentran los restos de un templo de estilo egipcio con lados inclinados hacia adentro desde la base.

La ciudad de la fortaleza parece haber estado rodeada por una gran área de cultivo, regada por un vasto sistema de acueductos subterráneos. Los cinco acueductos hasta ahora descubiertos en Ain Umm el-Dabadib son, con mucho, el mejor ejemplo de túneles tan elaborados en el oasis de Kharga, mucho más sofisticados que los qanats romanos en otras áreas, y similares a los foggara encontrados en Libia y Argelia. Los túneles también son similares a los de la antigua Persia, se especula que el sistema de riego puede datar de la ocupación persa de Kharga. Los acueductos corren en dirección norte desde la ciudad hacia el escarpe serpenteando y doblándose a lo largo de los lados de tres estrechos valles. Todos ellos tienen pozos verticales regularmente distanciados que probablemente funcionan como respiraderos de aire, así como de acceso para limpiar la arena que pudiera invadirlos.

Han sido identificadas en Ain Umm el-Dabadib diez áreas de enterramiento diferentes, que incluyen hipogéos rocosos y pozos en el suelo. Las tumbas rocosas están en un espolón de roca al este del acueducto 3 y fueron encontrados esparcidos alrededor los restos profanados de muchos cuerpos humanos momificados. Algunas de las tumbas estaban revestidas de adobe y algunas mostraban restos de fachadas de barro.

También se han localizado en Ain Umm el-Dabadib varias áreas con restos prehistóricos. Toda la llanura es un antiguo lago seco, o "playa", donde la acción de la arena y el viento a lo largo de los milenios se puede ver en la forma de las rocas. Es posible que el sitio se haya ocupado esporádicamente desde los primeros tiempos, pero su importancia actual es proporcionar información valiosa que cubre el período de transición entre el Egipto pagano y cristiano.