LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN EGIPTO

TUMBA TEBANA TT36

La tumba de Ibi se construyó antes de ser administrador de Nitocris, y no tiene sólo un eje, sino que tiene dos alineaciones paralelas por el hecho de que se expandió, puesto que en un principio era una pequeña tumba a la cual se fueron añadiendo cámaras. La sepultura se hizo famosa por el hecho que la decoración de una de las salas subterráneas se inspiró en la tumba de un alto funcionario del Reino Antiguo, denominado como él, que se enterró en Deir el-Gebrawi. Quizás lo hizo para elevarse como antepasado, porque le gustaban las escenas o porque estaba de moda imitar el arte de otros tiempos. No se puede decir que sea una copia exacta, porque las escenas se han redistribuido, algunas se han omitido, las inscripciones se han abreviado y aparecen los objetos que estaban de moda en la dinastía XXVI. Además, aqui las figuras incisas son de color azul, mientras que en Deir el-Gebrawi estaban pintadas, y para la representación de la figura humana se utilizó el canon saíta que alarga las figuras.
La superestructura es irregular por carencia de espacio, puesto que topa con las tumbas de Uahibre y Padihorresne. El pilono está en el eje este-oeste y los muros de adobe de la superestructura se conservan de poca altura.
El acceso a la subestructura, tal como sucede en la mayor parte de tumbas de el-Assasif de época saíta, se situaba en el norte y se accedía por una escalera. En el caso de la tumba de Ibi se hace mediante una escalera abierta de veinte escalones (T1) que desciende hacia el sur a una pequeña antecámara (R1) sin columnas (adornada con esculturas en la pared).
En el muro oeste hay una puerta con un pasillo que conduce en una cámara (R2) con tres pilares cuadrados y una pilastra que sostenían el techo, probablemente con capiteles hathóricos. En la pared oeste hay un espacio de culto para la Divina Adoradora Nitocris, muy presente en otras tumbas. En el muro sur de esta sala hay escenas de estilo arcaizante con danzas y músicas inspiradas en la temática del Reino Antiguo. A la derecha, está Ibi bajo un baldaquino con bailarinas y música distribuidas en cinco registros. A la izquierda, Ibi aparece de pie mientras observa a los artesanos que construyen la tumba y preparan el ajuar. El sexto registro, que ocupa toda la zona, son los servidores que traen el tributo de sus territorios.
En la pared norte, opuesta a las dos salas, hay una puerta que conduce a una tercera cámara hipóstila (R3), que corresponde al patio abierto. Esta sala tiene un pórtico formado por seis columnas inscritas entre las paredes este y oeste y comunica con un número de pequeñas salas sin decorar al norte y al oeste.
La parte subterránea se dividió en dos secciones con más de un pozo funerario y, tal como se observa en la gran mayoría de tumbas pertenecientes a la época saíta en la zona de el-Assasif, la formación de piedra calcárea de la tumba de Ibi permitió a los arquitectos excavar en la roca la construcción subterránea, sin necesidad de reforzar o revestir la pared. Únicamente, la presencia de alguna veta de silex dificultó el trabajo de construcción de la tumba.
El siguiente espacio (R-4) se abre al norte, y tiene dos hileras con tres columnas cada una que divide la sala en tres naves. En la pared este, dos aperturas conducen a dos estrechas galerías con el techo bajo (R-4a y R-4b), de las cuales la del sur (R-4a) contiene una sepultura de época tardía. En la pared occidental, hay dos puertas de las cuales la más meridional presenta muestras de una antigua lapidación. Hacia el norte se accede a la sala R5, que corresponde a la cámara de culto con una fosa de enterramiento secundario, puesto que contendría la sepultura de un hijo de Ibi. Esta interpretación se hace basándose en la inscripción del marco de la puerta, puesto que en el interior de la sala no se pudo recuperar ningún cuerpo.
Volviendo a la sala R4, una puerta en la pared oeste nos dirige hacia un corredor largo y estrecho (R6), que actuó como distribuidor, puesto que desde aquí se ramifican hacia el norte y noroeste los espacios R7, R8 y R9. De estas salas, tanto la situada más al norte (R7) como la situada al noroeste (R9), tienen pozos funerarios con inhumaciones familiares. El pasillo R6 comunica hacia al sur con R-10, que marca el final de la primera planta subterránea, a pesar de que todavía continuaba hacia dos salas más.
Desde la sala R10, que marca el final del primer nivel subterráneo, una escalera que efectúa un giro de 90° (T2 y T3) conduce, en dirección norte, hacia el segundo nivel de la tumba, que se reduce únicamente a la sala R13, anepigráfica. Pero esta sala no era la cámara funeraria del usuario principal, sino que quizás fue realizada para poder evitar el saqueo de los ladrones. La ubicación bajo unas escaleras que acaban en una "falsa cámara" indica claramente la voluntad de proteger el reposo eterno del propietario de la tumba.
Debajo de la escalera T2, muy cerca del lugar donde se efectúa el giro de 90°, se construyó una rampa inclinada descendente hacia el este, hasta llegar a la verdadera cámara del sarcófago (R14) con la momia. La cámara funeraria tiene un techo de bóveda pronunciada con una decoración de techo astronómico. El sarcófago se encuentra en un agujero efectuado en el pavimento.