LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN EGIPTO

MASTABA de MAYA y MERYT en SAQQARA

Once años después de la Misión de las EES-Leiden, la primera que comenzó la búsqueda de la tumba de Maya, se descubrió por fin en 1986 a través de un túnel de ladrones en el pozo funerario de la tumba de Ramose. Al llegar a la parte subterránea de la tumba adyacente, Geoffrey Martin se encontró con "una sala llena de relieves pintados en un rico color amarillo dorado". El equipo fue capaz de localizar y limpiar durante 1987 y las temporadas siguientes, el patio y las capillas de la tumba de Maya, descubierta por Lepsius y perdida durante mucho tiempo, descubriendo restos de magníficos relieves pintados. Aunque muchos de los relieves fueron saqueados, hay hermosas representaciones de Maya y su esposa adorando a Osiris en el pilono de piedra caliza, y en las cámaras funerarias se ve a Maya adorando a los dioses cuyas figuras están pintadas de color amarillo dorado. Una bella estatua dual de Maya y Meryt, cuya descripción por Lepsius inspiró la búsqueda de la tumba al Dr. Martín, fue hallada boca abajo en el patio y ahora se encuentra en el Museo de Leiden. Algunos bloques del patio interior habían sido desmontados para su posterior reutilización, especialmente en el monasterio de San Jeremías, y otros han ido a parar a museos de todo el mundo. Se espera que los bloques, o al menos réplicas de ellos, vuelvan algún día a su lugar de origen.
La tumba de Maya se encuentra paralela a las de Horemheb y Tia, y tiene casi 44 metros de largo y 16,5 m de ancho. La planta es similar al de Horemheb: consta de un pilono; patio exterior; cámara de la estatua flanqueada por dos almacenes; patio interior y tres capillas de ofrendas en el oeste. La tumba está inacabado: el patio exterior tenía columnas solamente a lo largo del lado oeste, suelo de barro en lugar de pavimento y sin relieves. El pilono fue construido con adobe sin revestimiento de piedra caliza como el de Horemheb. Hay hermosos fragmentos de relieve en la puerta del pilono, en la entrada al patio interior y en el patio en sí mismo que representan a portadores de ofrendas y retratos del dueño de la tumba y sus familiares.
El pozo de la tumba de Maya se abre en el patio interior y tiene unos 10 m de profundidad. Desde una de las seis cámaras de ese nivel se abre un segundo pozo y una escalera para dar acceso a un complejo inferior situado a una profundidad de casi 22 m. Este se compone de tres cámaras con hermosos paneles de relieves murales de piedra caliza, cada una con un anexo sin decorar. Hasta ahora, estos relieves subterráneos son únicos en la necrópolis de Saqqara del Imperio Nuevo. Representan a Maya y a Merit adorando a los dioses del más allá. Ambas figuras y textos están pintados de amarillo con algunos detalles en azul y negro. El revestimiento había sido destrozado por los ladrones pero a podido ser totalmente reconstruido. Los ladrones se llevaron la mayor parte de los objetos de valor, pero los numerosos fragmentos encontrados de ataúdes, muebles, joyas, etc. dan idea del rico ajuar funerario de Maya. Tanto en la subestructura como en la superestructura se encontraron cientos de restos de vasijas de cerámica, a menudo con forma y decoración poco usual. Durante el Período tardío, la tumba y sus alrededores fueron reutilizadas para el alojamiento de numerosos pobres enterramientos múltiples.