En el exterior no se han encontrado vestigios de la superestructura, a pesar de que no se puede descartar que se construyera una capilla de adobe que no se ha conservado. Sin embargo, quedaban restos de mampostería de sillares hasta una altura de 2 m.
El acceso a la cámara funeraria se hacía mediante una apertura situada en medio de una sala cuadrada de 9 m de lado, que estaba semi excavada en la roca.
El pozo principal medida 8 m por 8,5 m de ancho y, a diferencia de otras tumbas donde hay un pozo satélite conectado mediante un pasillo con el pozo principal, en esta tumba no se ha encontrado ninguno. A 3,85 m bajo la superficie se estrecha y hasta 4,30 m por 5,35 m hasta llegar al techo abovedado de la cámara funeraria a unos 7,50 m de profundidad.
La cámara funeraria es irregular con medidas aproximadas de 9,25 por 8,50 m y 8,60 m de altura, con paredes parcialmente poligonales sin inscripciones. En las cuatro paredes hay pequeños nichos a la altura de 1,20 m. En el centro, se excavó un pozo en la piedra de 2,65 m de profundidad para albergar el sarcófago de piedra caliza antropomorfo. Este sarcófago tenía 4,25 m de longitud y 2,70 m de anchura. El pozo tenía unas cavidades al norte y al sur para albergar los vasos canopos. En la cabecera y los pies del sarcófago había dos cajas de cedro con cuatrocientos ushebtis. El interior del sarcófago de piedra contendía otro sarcófago de basalto, también antropomorfo, con unas dimensiones de 2,52 m de longitud y 1,10 m de anchura. Finalmente se localizaron los fragmentos de un sarcófago antropomorfo de madera de cedro dorada muy estropeados. La momia, en pésimas condiciones, tenía una máscara de plata dorada, piezas de oro en los dedos, escarabeos y amuletos.