El único gobernante que conocemos de la Dinastía VIII que intentó construir una pirámide era un Rey llamado Ibi (Kakare), cuyo reinado duró sólo dos años. Los restos de su monumento se encuentran cerca de la calzada del complejo Pepi II en el sur de Saqqara. En la actualidad la pirámide mide sólo 3 metros después de haber sido despojada de su piedra en la antigüedad. Cuando se construyó las dimensiones y la planta eran similares a las de las pirámides de las Reinas de Pepi.

El núcleo de la pirámide fue construido de pequeños bloques de piedra caliza en forma de faja alrededor de las cámaras interiores. Entre los escombros de piedra caliza y arcilla, Jequier descubrió una serie de inscripciones en pintura roja que contiene el título de "Príncipe de Libia", título que no parece tener explicación.

La orientación de la pirámide es diferente a las estructuras anteriores, estándo girada con respecto a la orientación según el Norte. Aquí la entrada a la cámara subterránea se hace desde el lado noroeste. Un corredor descendente conduce a la cámara funeraria. Las paredes del corredor y de la cámara tenían inscripciones con los "Textos de las Pirámides", la versión más reciente que se encuentra en una pirámide real y que han ayudado a identificar a este faraón casi desconocido. El sarcófago de Ibi fue colocado en un enorme bloque de granito en la pared occidental de la cámara funeraria. El techo de la cámara ha sido sustituido ahora por hormigón.

En el lado Este (o mejor dicho, noreste) de la pirámide hay una pequeña capilla funeraria de adobe con una sala de ofrenda que contiene una cubeta rectangular de libaciones en el suelo. En el patio central se abren los almacenes.