Hay ruinas de una villa romana cerca de la aldea moderna de Sheikh Ibada (Sheikh Abada), en la orilla oriental del Nilo a unos 10 km al noreste de Mallawi. La ciudad, llamada Antinopolis, fue fundada por el emperador Adriano en el año 130 a.C. en memoria de su amigo Antinoo que se ahogó en el Nilo. En el momento de la época romana era muy común que se estableciera el culto para los que se ahogaban y los fallecidos eran deificados a menudo. En la trágica leyenda adjunta a la ciudad, Antinoo era un apuesto joven sirviente, un favorito de Adriano, que se ahogó mientras estaba de gira por Egipto con su amo. Se dice que el emperador quedó tan desolado que encargó cientos de estatuas y bustos esculpidos con las características del guapo chico (que era su amante), así como la fundación de la ciudad en su nombre. Se pueden ver muchos de los bustos de Antinoo en los museos europeos.
Casi no queda nada de Antinopolis, pero cuando fue visitada por la expedición de Napoleón en el siglo XVIII todavía estaban las ruinas de un pórtico romano que se registró posteriormente en "La Descripción de Egipto". Los sabios de Napoleón registraron la existencia de una gran parte de muralla que cerraba las calles columnadas, una puerta monumental, dos templos y un teatro. Más al este, en el desierto, había un hipódromo presumiblemente utilizado para carreras de carros. Durante el siglo XIX fue destruido un gran templo construido durante el Período Greco-Romano.
Había estructuras cerca de este sitio que estaba en una ruta caravanera que conecta el Nilo con los centros de comercio en el Mar Rojo. El más grande de los restos monumentales, al oeste de la ciudad romana, es un templo decorado por Ramsés II, dedicado a Thot y a los dioses de el-Ashmunein (al otro lado del río) y a los dioses de Heliópolis. Aún perduran partes de un patio columnado, la sala hipóstila y un Santuario.
Sheikh Ibada fue investigada por una Misión italiana de la Universidad de Roma entre 1965 y 1968. |