LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN EGIPTO

TEMPLO de HORUS en EDFU

El templo de Edfú es el mejor conservado de Egipto, el único que sabemos que está completo y el más importante después del de Karnak. Mide 137 metros de longitud por 79 de ancho y 36 de altura, y representa la típica construcción de los templos con el pilono, patio abierto, pronaos o sala hipóstila, una segunda sala hipóstila, y un vestíbulo que precede al santuario rodeado de capillas para las divinidades. Es característica la iluminación del templo, con habitaciones cada vez más pequeñas que impedían el paso de la luz gradualmente hasta llegar al oscuro santuario, que recibe la iluminación sólo desde el eje. Entre las columnas y en el techo existen pequeñas aberturas que permitían el paso de la luz a determinadas habitaciones.

Dedicado al dios halcón Horus, se levantó sobre estructuras de época ramésida (1035-1069), según las inscripciones que dicen que los soberanos del Imperio Nuevo Seti I, Ramsés II y III hicieron construciones allí. El templo anterior, más pequeño, estaba orientado de este a oeste, hacia el río. La estructura posterior está orientada de norte a sur y deja las ruinas del pilono del antiguo templo visibles al este del primer patio. Su construcción comenzó en 237 a.C. por Ptolomeo III Evérgetes I. En el año 212 a.C. habían concluido las obras de la parte interior por Ptolomeo IV Filopátor, y se decoró en el 142 a.C. por Ptolomeo VIII Evérgetes II quien también terminó la primera sala hipóstila. Las obras en su totalidad no concluyeron hasta el 57 a.C. con la colocación de las puertas.

Todo él templo está rodeado de una muralla. La primera estructura que se presenta, en la esquina suroeste delante del gran pilono del templo, es un edificio de planta rectangular con columnas propias de los templos greco-romanos, conocido como mammisi, construido para celebrar el nacimiento divino de Horus. El mammisi romano de Dendera fue el modelo de esta estructura. Los relieves muestran al dios Bes, escenas del nacimiento y al pequeño hijo de Horus y Hathor, Ihi (Harsomptus), amamantado por Hathor en los pantanos.

Tallada en los pilonos gemelos de entrada de casi 36m de altura hay espectaculares imágenes especulares con escenas tradicionales del rey golpeando a sus enemigos ante Horus. También se puede ver claramente las ranuras para los mástiles de las banderas que adornaban la entrada. Dos estatuas del halcón Horus permanecen de pie ante la puerta de entrada principal. Al traspasar la entrada, hay un patio empedrado flanqueado por columnas al este, al oeste y al sur, que muestran relieves de la "Fiesta de la Bella Reunión". Este era un largo e importante festival en el que la estatua de culto de Hathor de Dendera se llevaba hasta Edfu en una barca con un elaborado ritual y celebración, para encontrarse con su consorte Horus en su reunión anual. Alrededor de las paredes del patio se puede ver otras ceremonias del festival.

Al frente está la fachada del templo principal frente a la cual se encuentra la famosa estatua colosal de granito negro de Horus como un halcón con la doble corona del Alto y Bajo Egipto. La fachada tiene paredes de pantalla con columnas adosadas en el estilo habitual de la Baja Época y de los templos Ptolemaicos.

En el interior, lo primero que sorprende al visitante es el canto ensordecedor de las aves revoloteando por el techo. Esta es la sala hipóstila exterior o pronaos, con 18 altas columnas talladas para apoyar el techo decorado con figuras astronómicas que representan el cielo. Las habituales escenas de ofrendas decoran las paredes, también hay relieves bien conservados de la ceremonia de fundación del templo. En el muro sur hay dos pequeñas cámaras: una sala de vestiduras (Casa de la Mañana) en el oeste y la biblioteca (Casa de los Libros) en el este.

Las cámaras interiores del templo de Edfu son similares a las de Dendera. La segunda sala hipóstila, la naos o Gran Patio, es más antigua y más pequeña que el pronaos. El techo está soportado por 12 delgadas columnas. Esta sala hipóstila tiene una serie de cámaras que se abren a cada lado, incluyendo dos "Cámaras de ofrendas" y un laboratorio con textos que describen recetas de incienso, ungüentos y otras necesidades del templo. En el lado opuesto (al este) de la segunda sala hipóstila, está el tesoro donde se guardaba el oro, la plata y las piedras preciosas junto con amuletos de protección y valiosos instrumentos rituales.

Más allá hay una pequeña sala transversal que conduce a las escaleras del este y del oeste que dan acceso al tejado, que todavía ofrece unas vistas maravillosas del templo. Tallada en las paredes de las dos escaleras hay una procesión de sacerdotes que llevaban implementos rituales y estandartes. Muy cerca se encuentra un patio de ofrendas al aire libre donde hay un kiosco que ejerce de Santuario, "El Lugar Puro", que es igual al del Templo de Dendera y que también tiene un techo que representa a la diosa del cielo Nut.

A continuación llegamos al Santo de los Santos, el Santuario que era la zona más sagrada del templo. El Santuario contiene el objeto más antiguo en el templo, un altar de granito, naos, que contenía la estatua de culto con cartuchos de Nectanebo II de la Dinastía XXX. Esta debe de proceder de un edificio anterior. En una capilla detrás del Santuario hay un bajo pedestal, también de una estructura anterior, en la que se encuentra una reproducción de la barca de Horus. Hay una serie de cámaras que rodean el Santuario dedicadas a varios dioses y a los rituales diarios del templo, algunas tienen cámaras ocultas dentro de sus paredes. Estas habitaciones también contienen criptas, pero están sin decorar e inaccesible a los visitantes.

Alrededor del templo interior hay un deambulatorio o corredor tallado construido con fuertes cimientos, con textos y escenas del drama de Edfu, el "triunfo de Horus" que cuenta la historia mitológica del triunfo de Horus sobre Seth, que se celebraba cada año como un misterio. En la cara interna del muro norte se encuentra un hermoso conjunto de relieves que representan otro importante ritual celebrado en Edfu. Era conocido como la "Investidura del Halcón Sagrado" en el que era coronado un halcón vivo que representaba tanto al dios Horus como al Rey.

Desde las primeras excavaciones muchas personas han trabajado para entender el templo de Edfu. Se han llevado a cabo serios estudios innovadores para intentar clarificar los complicados textos jeroglíficos que revelan mucho acerca de la antigua religión egipcia y la mitología. Los relieves Ptolemaicos de las paredes de piedra del templo de Edfu, leídos durante dos milenios, están considerados por los egiptólogos como una fuente enorme y muy importante del conocimiento de los rituales del templo y de la historia de Egipto.