Esta mastaba de ladrillo mide 85x45x8 m con el eje principal a 16º al oeste del norte verdadero. El lado norte de la mastaba se ha convertido en un montículo de escombros mientras que los otros lados se encuentran en buen estado. Algunos efectos de la destrucción se pueden ver en los lados sur y oeste, a través de los cuales se puede ver que el ladrillo sirve de contención a un túmulo de la grava del desierto que forma el mortero. Garstang no percibió la forma redondeada de este túmulo, sin embargo, menciona que la mastaba estaba rellena con grava del desierto mezclada con grandes piedras. Se accede a la subestructura de la mastaba K1 por una escalera que atraviesa la superestructura y después la grava del desierto. Para soportar el techo del túnel, se construyó un techo abovedado de ladrillo de barro. Los peldaños de la escalera estaban construidos con ladrillos de adobe. La escalera comienza en la parte norte y toma la misma dirección. Después gira hacia el oeste y luego hacia el sur, con una anchura media del corredor de 2 m. La última parte se inicia a nivel del suelo y desciende en un ángulo de 30º hasta una profundidad de veintisiete metros por debajo de la cúspide de la mastaba. La escalera está interrumpida en cinco sitios por rastrillos que cerraban la cámara con grandes losas de piedra cuyo peso va desde ocho hasta trece toneladas. Esta escalera contenía cientos de vasijas de piedra (simuladas y funcionales) puestas en el barro y cubiertas con un ladrillo para ocultar la parte superior del pasillo. Al final de esta escalera inclinada, el corredor discurre en horizontal con 18 cámaras que se ramifican desde él. Las paredes de la cámara funeraria estaban revestidas con grandes piedras cuidadosamente colocadas y con un techo en forma de cúpula excavado en la grava. Contenía los restos de un hombre, sacos de grano, jarras de vino, vasos de piedra y otras ofrendas que parecían pertenecer a la época romana. Esta cámara tiene el famoso grabado con el nombre de Nymaathap, madre del rey del Alto y Bajo Egipto. El hecho de que los restos óseos encontrados pertenecen a un hombre excluye la posibilidad de que esta tumba perteneciera a Nymaathap por lo que sigue sin respuesta la propiedad de esta gran tumba. |