LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN EGIPTO

TEMPLO de HERISHEF en BAHARIYA

Cerca de la ciudad de El Bawiti, en El Oasis de Bahariya, se encontraba el Templo de época romana de Herishef. El Templo fue descubierto en 1996 por Faraq Abdeen Allah. Se cree que fue construido hacia el año 21 a.C., durante el reinado de Octavio Augusto. Sin embargo, puede haber algunas dudas respecto a esta fecha teniendo en cuenta la cantidad de inscripciones griegas que se encuentran en las ruinas. El culto del templo, probablemente funcionó hasta el siglo II d.C.

Aunque creemos que el templo estaba dedicado a Herishef (Hércules para los romanos y Heracles para los griegos), los artefactos encontrados dentro del templo indican que pudo adorarse a otros dioses en éste lugar, incluyendo a Thoth, Hathor con cabeza de vaca, Horus, Osiris, Ra, Khonsu, Pantheos, Apolo, Afrodita, Hermes y, posiblemente Serapis. Se encontró en dos pedazos una estatua de Thoth como un mono sentado en una silla con las manos apoyadas en las piernas y también estatuillas de piedra de Hathor y Horus. También se descubrieron estatuillas de bronce que representa a Afrodita con la corona de Hathor y de Osiris, junto con una cabeza de terracota de un toro que representa probablemente a Serapis. Los otros dioses eran mencionados en las estelas encontradas esparcidas por el suelo del templo (27 en total) escritas en egipcio hierático y demótico, así como en griego.

Aunque el templo está casi completamente destruido, siguen existiendo los suficientes cimientos y otras evidencias para poder determinar la planta del templo con cierto detalle. Probablemente se llegaba a él por una avenida que conducía a la parte sur del templo. El templo mismo estaba rodeado por un muro de adobe y piedra arenisca local. Este muro, revestido exteriormente con yeso, incorpora el basamento que probablemente soportaba a una serie de esfinges. La parte occidental de la pared se curva ligeramente, y tres paredes más bajas se bifurcaba hacia el oeste pudiendo haber servido de basamento para las estatuas de las deidades.

La entrada al templo se realiza a través de lo que probablemente fue una gran puerta, con gruesos muros de adobe, ubicada en una base de bloques de piedra arenisca local. La anchura de la puerta mide unos diez metros.

Los sacerdotes debieron de tener que caminar hasta una pequeña escalera con el fin de entrar en una sala larga y rectangular justo enfrente del santuario interior. El santuario cuenta con tres capillas que los arqueólogos han llamado A, B y C. La Capilla B es la más grande de las tres, y estaba dedicada a Hércules, se encuentra entre las capillas A y C, posiblemente estaba cerrada por una puerta de madera y estaba cubierta con una capa de yeso blanco más gruesa que las otras capillas. A ambos lados de la puerta había dos bloques que enmarca la entrada, y debajo de ellos se han encontrado estelas de arenisca con inscripciones en griego Dentro de esta capilla, el techo era probablemente abovedado. Todavía puede verse restos de las piernas y los pies de un emperador en bajo relieve, probablemente pertenecientes a Octavio Augusto. Frente a él hay dos pares de piernas tallada y pintada de color rojo oscuro que creemos que originalmente representaban a Hércules junto, tal vez, a una deidad egipcia.

Las otras dos capillas tenía el techo plano y la capilla C es más pequeña que la B. La Capilla A pudo haber contenido un horno utilizado para preparar las ofertas.

Una vez acabado el templo parece que se añadieron algunas salas adicionales, incluso una cámara rectangular al lado de la pared oeste, con una habitación interior más pequeña que pudo haber sido utilizada para proporcionar agua al templo. Al este del templo, una estructura totalmente independiente con una fachada con dos columnas de adobe cubiertas con yeso puede haber sido la residencia del sumo sacerdote.