LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN SUDAN

SAI

Sai se encuentra en Sudán, entre la segunda y la tercera catarata del Nilo. Se trata de una de las mayores islas del Nilo nubiano, de 12 km de norte a sur, y 5,5 km de este a oeste.

Dada su situación naturalmente protegida por el río y las buenas oportunidades económicas que ofrece, se trata de un lugar muy adecuado para el asentamiento humano. De hecho, la isla ha estado habitada desde tiempos muy remotos. Pero también se encuentra en un área clave del Alto Nilo, al sur de un área rocosa denominada Batn el-Hagar (vientre de roca) que durante mucho tiempo ha sido el límite sur de la expansión del Egipto Faraónico. Por lo tanto, no es sorprendente que se haya transformado en un lugar importante en la mitad del II milenio a.C., cuando los egipcios intentaron extender las fronteras hacia el sur. Desde entonces, nunca dejó de ser una población importante y una posición clave, como lo ilustran los restos de una fortaleza otomana construida en el siglo XVI d.C.

Por estas razones, la isla contiene muchos sitios arqueológicos, entre los que se cuentan grandes asentamientos y vastos cementerios, que hacen de ella la unidad arqueológica más completa de Nubia, un lugar ideal para el estudio de la evolución cultural y poblacional locales durante milenios.

Por otra parte, la isla también contiene restos naturales que poseen una información de alto valor acerca de la historia geológica y ecológica del valle del Nilo. Esto la convierte en un lugar ideal para el estudio de la adaptación humana en un entorno en el que, actualmente, la vida depende íntegramente del río y que, en el pasado, fue constantemente alterado por la fluctuación de la aridez y la actividad fluvial.

Los trabajos arqueológicos previos, llevados a cabo en las décadas de los 50 y 70 por J. Vercoutter, se concentraron en sitios visibles, la mayoría de ellos correspondientes a la Edad de Bronce. En 1993, se puso en marcha otro proyecto, que supuso un enfoque global y multidisciplinario sobre toda la isla y que incluyó un relevamiento geomorfológico, uno arqueológico y la excavación de sitios del Paleolítico, del Neolítico, de la Edad de Bronce y de la Edad de Hierro.