La fortaleza y asentamiento de Qasr el-Labekha se encuentra en el desierto a unos 12 kilómetros al oeste de la carretera de Asiut a el-Kharga y a unos 50 kilómetros al norte de la ciudad. El sitio incluye dos templos, una imponente fortaleza y un grupo de tumbas decoradas.

La fortaleza de el-Labekha fue construida en un wadi, en la base de la escarpa norte, ubicada estratégicamente para vigilar la intersección de las rutas caravanera del norte y del oeste. Similar en estilo, pero más pequeña que su vecina fortaleza de el-Deir, Qasr el-Labekha debió de tener un aspecto impresionante, con paredes de adobe de 12 m de altura y cuatro torres circulares en sus esquinas. La entrada, en el lado oriental, da acceso al interior que hoy es un caos de paredes derrumbadas y de arena llenando los restos de las cámaras abovedadas.

Varios edificios rodeaban la fortaleza. Al sur están los restos de un gran pozo, un antiguo manantial, aún rodeado de palmeras, acacias y tamariscos, que proporcionaba agua para el fuerte y el asentamiento. El tamaño del pozo probablemente sugiere que aquí vivía una gran comunidad a la que se le suministraba agua por una serie de acueductos y galerías construidos para llevar el agua a los campos de cultivo. La fortaleza en sí nunca ha sido excavada, pero el área debajo de los muros oeste y sur ha sido recientemente objeto de un estudio que ha descubierto varias pequeñas estatuas, así como grandes cantidades de cerámica romana.

Fue construido sobre un promontorio natural que domina el wadi un impresionante templo de ladrillo, situado al norte de la fortaleza. El templo tiene tres salas y posiblemente está datado en el siglo III d.C. La pared este ha colapsado, pero hay entradas en las restantes tres paredes. En uno de los dinteles de yeso se conservan restos de una representación de la diosa buitre (Mut?) y se han inscrito en los lados del arco algunos graffitis.

Durante la campaña de 1991-1992, Adel Hussein redescubrió un segundo templo peor conservado al noroeste de la fortaleza. Este templo fue terminado durante el reinado de Antonino Pío y todavía contiene algo de su pintura original. La arquitectura de este templo es inusual y consiste en una estructura tipo speos, parcialmente excavada en la roca con algunos restos de una amplia sección de ladrillo al frente. Hay evidencias de que el templo pudo haber sido dedicado a Hércules (que también tenía un templo a su nombre en Bahariya) y más tarde a un hombre deificado llamado Piyris, durante el siglo III d.C. La estructura parece haber sido reusada como Santuario cristiano. En Museo de Kharga se encuentra una estatua de piedra caliza de un halcón descubierta en este templo.

Se han localizado varios cementerios en los alrededores de Qasr el-Labekha. La necrópolis más impresionante está en el área del norte de la fortaleza, excavada en los acantilados del oeste, donde se han encontrado algunas de las tumbas más elaboradas del oasis. Muchas de las tumbas eran sencillas cámaras de una sola estancia excavada en la roca, pero también hay algunas tumbas con múltiples cámaras decoradas y muchas aún contenían enterramientos momificados cuando fueron investigadas en 1994 y 1997. Aunque prácticamente todos los enterramientos estaban alterados por los ladrones (algunos muy recientes), el equipo evaluó a 500 momias y encontró que la mayoría habían disfrutado en vida de un buen estado de salud y su embalsamamiento fue de buena calidad. Algunos de los cuerpos de las personas de mayor estatus estaban cubiertos con máscaras doradas de estilo similar a los retratos de Fayum y muchos, especialmente los enterramientos de las mujeres y de los niños, contenían joyas de bronce, cristal y piedras semi-preciosas. Los tableros de momificación estaban decorados con pinturas tradicionales de Osiris. En muchos casos, las tumbas más ricas estaban estucadas y pintadas con símbolos religiosos y el ajuar funerario incluía grandes cantidades de recipientes de vidrio. Las tumbas menos imponentes se encuentran al sur y al oeste del asentamiento.