LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN EGIPTO

BAHREIN

A 140 km al este del oasis de Siwa se encuentra un lago salado llamado Bahrein, ahora completamente deshabitado. Aquí, junto con algunas tumbas, se ha encontrado recientemente las ruinas de un templo enterrado en la arena con paredes decoradas con relieves de color.
El sitio está ubicado en el extremo norte del Mar "Gran Arena" cuyas dunas gigantes forman la extensión más grande y hermosa del Sahara.
La antigua "Bahrein" fue un pequeño oasis cuya importancia se atribuye al tráfico de caravanas que unía el oasis de Siwa con el de Bahariya.

Las inscripciones jeroglíficas del templo han revelado que el antiguo nombre de este oasis era Igespep o Imespep y que el santuario estaba dedicado al culto del dios Amón. El templo, orientado de norte a sur, tenía unos veinte metros de largo. Una sala hipóstila con seis columnas, probablemente añadida por Ptolomeo, daba acceso a la capilla decorada por el faraón Nectanebo I (380-360 a.C.): los relieves pintados lo muestran haciendo ofrenda a los dioses locales y a los del panteón egipcio tradicional. Su importancia histórica consiste en el dato sorprendente de que hasta ahora no se había encontrado ningún monumento del faraón Nectanebo I en la zona de Siwa, y este descubrimiento revela la voluntad política del soberano en resaltar los oasis occidental de Egipto y mejorar los enlaces caravananeros entre ellos y el valle del Nilo.

Otras figuras representadas en el santuario, muestran a un rey libio, reconocible por la pluma característica en la frente.

La estratigrafía ha revelado que el sitio de Bahrein fue abandonado al final de la época romana, probablemente debido a la disminución del tráfico de caravanas. Nunca más fue habitado este puesto avanzado de extrema dureza que se encuentra en uno de los sitios más inhóspitos del Sahara. Después del Bajo Imperio el templo se derrumbó y sus bloques fueron usados para fabricar cal, quedando las pocas muestras que han sido recuperadas actualmente.